EDUARDO ÁVILA, UN VERDADERO GUERRERO AZTECA

  • Con más de 20 años de carrera deportiva, Eduardo Ávila se ha convertido en ícono del deporte nacional paralímpico al sumar 4 medallas en Juegos Paralímpicos 
  • A lo largo de su carrera deportiva, Ávila se ha destacado por su honestidad, disciplina y sobre todo por el amor a su deporte

Ciudad de México, a 23 de septiembre de 2022.- Desde sus inicios en el deporte, el judoca paralímpico Eduardo Ávila Sánchez se ha caracterizado por su disciplina en cada entrenamiento y competencia, lo que lo ha llevado a consolidarse como ícono del deporte mexicano. Es cuatro veces medallista en los Juegos Paralímpicos, pues accedió al podio con oro en Beijing 2008 y Río 2016, además de bronces en Londres 2012 y Tokio 2020.

En respuesta a declaraciones sin fundamento en contra del seleccionado nacional Eduardo Avila, se manifiesta el siguiente texto.

Eduardo Adrián Ávila Sánchez es originario de la Ciudad de México y se desempeña dentro de judo adaptado en la categoría 81 kilogramos. Inició en el alto rendimiento en el 2007 dentro del deporte adaptado como parte de la Federación de Ciegos y Débiles Visuales en Judo Adaptado.

Su voluntad y carácter, lo han llevado a estar presente en cuatro ediciones de Juegos Paralímpicos, en donde ha obtenido medalla en cada uno de ellos, además de ser tetracampeón de Juegos Parapanamericanos.

El deporte no ha sido un obstáculo para que el judoca mexicano tenga una carrera universitaria y un Posgrado, ya que es egresado de la Universidad Anáhuac como Licenciado en Administración de Negocios con Maestría en Mercadotecnia Integral.

“Más de 15 años en el deporte adaptado y más de 20 en el deporte general. Ha habido muchas derrotas, muchas caídas, triunfos, muchas levantadas también, pero de todo se ha aprendido”, compartió Eduardo.

Recordó que el camino no ha sido nada sencillo, pero al final, el judo, su fiel compañero de vida, le ha ayudado a salir adelante: “Para empezar yo fui un niño con dificultades de desarrollo, de integración; un niño que no se adaptan a un grupo normal, el niño que es elegido al último para jugar, que no puede jugar con la pelota, que la pasa pegado a su mamá. Por lo mismo, cuando mis papás me ven así, me obligaron a hacer judo, que siento que me rehabilitó y me cambió la vida”.

Aunque utilizaba anteojos, Ávila ignoraba que contaba con una discapacidad visual adquirida, esto luego de un fuerte golpe en la cabeza cuando era pequeño: “Yo no sabía que estaba tan mal, pensé que sólo no veía bien pero un día estaba comiendo con una amiga, la también judoca Lenia Ruvalcaba, que me vio leyendo la carta muy cerca y me comentó que tenía que realizar exámenes porque no era normal”.

“Fue entonces cuando decidí hacerme pruebas al respecto. Me hicieron exámenes en el hospital de Pemex en 2007, ahí fue mi primera clasificación. Lenia me había invitado a judo adaptado, así que fui a realizar los exámenes y pasé la clasificación a nivel internacional; yo no sabía que estaba tan mal”, recordó.

“Lo mío es una discapacidad adquirida; no me gusta llamarlo discapacidad, porque siento que es limitarme a mí mismo, después de hacerlo toda mi infancia, adolescencia. Según los estudios, según las tomografías, los médicos, se debe a una lesión, a un golpe muy fuerte que tuve de chiquito; me caí de la bicicleta y caí sobre piedras, desperté ya en el hospital. Por supuesto que como deportistas de alto rendimiento nos realizan constantes evaluaciones médicas tanto a nivel nacional como internacional, en donde se emplea tecnología para comprobar nuestra situación médica”, complementó.

Eduardo Ávila no tiene más que agradecimiento por el judo, que le dio la oportunidad de dejar atrás al niño que temía salir a la calle y relacionarse con los demás, para abrir paso a un campeón y orgulloso atleta paralímpico, dando ejemplo a las nuevas generaciones de que la constancia y disciplina dan grandes frutos.

“A mí me da mucho orgullo, felicidad, el representar a México. Es un compromiso, el poner en alto el nombre de México en eventos internacionales; el dejar una imagen positiva de nuestro país, es una gran emoción y orgullo, difícil de describir, lo único que puedo decir es que todo esto es gracias al judo que me ayudó a rehabilitarme”, finalizó.

Claudia Lorena Aguilar Antuñano, oftalmóloga con especialidad en óptica clasificadora internacional en Alemania desde 2012, habló sobre los resultados de las evaluaciones médicas que le ha tocado realizar al judoca mexicano en diferentes etapas.

“Soy oftalmóloga con diversas especialidades y entre ellas soy clasificadora de atletas débiles visuales, con certificación internacional en Alemania durante el 2012, es decir, tengo diez años realizando el proceso de clasificación de atletas como Eduardo Ávila”, declaró.

“Es importante compartir que para ser clasificador se requiere de primeramente, de tener un curso, posteriormente, de pasar un examen bajo los lineamientos internacionales y estar en constante capacitación certificada por los mismo órganos internacionales que en este caso es el Comité Paralímpico Internacional (IPC), así como la Clasificación de IBSA (Asociación Internacional Deportes para Ciegos).

Relató que no es únicamente un especialista clasificador el encargado de examinar y avalar a los atletas, para así determinar si son o no aptos para competir en el deporte adaptado.

“Es importante destacar que no se clasifica a atletas del mismo país del clasificador y que clasifican dos especialistas, mismos que por norma, deben llegar al mismo resultado para que no haya controversia sobre la clasificación del deportista y que éste pueda obtener el aval para competir”, indicó.

Dijo que en el caso de la clasificación de atletas débiles visuales: “Existen tres niveles que son B1, B2 y B3, mismo que dependen de la visión que tienen los atletas. 

“Nosotros no medimos con ETDRS, hacemos estudios de campo visual, campimetría, tomografía del nervio óptico y diversos estudios clínicos de acuerdo a la complejidad de cada individuo. En el caso de Eduardo Ávila, se detecta alteración en ambos ojos. Lo conozco desde hace años, lo he clasificado como B3 porque tiene diferentes patologías, una de ellas es Nistagmus, que es movimiento horizontal involuntario de los ojos, es decir, no enfocan al cien por ciento; se tiene una alteración de la visión, tiene un daño en la vía óptica, además de presentar una malformación a nivel de nervio óptico y es la causa de que es un débil visual”, mencionó la especialista.

Desde hace 32 años, Mario Samuel Pérez Portillo, ha trabajado con el deporte mexicano. Hoy se desempeña como analista técnico del Deporte Adaptado en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), y a lo largo de su recorrido profesional, ha tenido la oportunidad de atestiguar de forma directa el crecimiento y desarrollo de atletas como el judoca Eduardo Ávila.

Es por lo anterior, que se le cuestionó sobre cómo es el proceso de clasificación para atletas del deporte adaptado y el profesional de esta rama, hizo énfasis en que dicho proceso es la columna vertebral que rige al deporte paralímpico a nivel internacional.

“El proceso de clasificación es la columna vertebral que rige al deporte paralímpico, al deporte adaptado, que ahí se determina si una persona es elegible o no para poder ser parte del deporte paralímpico o discapacidad y la persona que no cumple con los criterios internacionales establecidos, simplemente no puede participar”, declaró Pérez Portillo.

Dejó claro que el proceso de clasificación para el deporte adaptado no es nacional sino internacional, lo anterior quiere decir que son especialistas certificados de diferentes países y avalados por el Comité Paralímpico Internacional (IPC), los encargados de realizar las evaluaciones médicas pertinentes a los deportistas. Los que no cumplan con lo estipulado, no pueden ser atletas del deporte adaptado.

“El proceso para una clasificación de un atleta es primeramente un certificado a nivel nacional, el cual es avalado por el organismo internacional que rige el deporte paralímpico. Se hace una primera evaluación y determina que un atleta tiene una clasificación determinada y el segundo paso es un panel de clasificadores a nivel internacional que no tiene nada que ver con el país donde se desarrolla la prueba, ya que cada vez son diferentes especialistas e incluso, pueden variar de país”, dijo.

Destacó que en el caso de los ciegos y débiles visuales, el proceso está sometido a pruebas regidas por un proceso científico y apoyadas por la tecnología, que año con año, muestra innovaciones que ayudan a que los procesos sean más exactos.

“En el caso de los ciegos y débiles visuales, ya no es como hace 30 años cuando estaba esta señora (que habló sobre el atleta) y posiblemente, cuando ella estaba y se le realizó su clasificación, tal vez fue de forma manual y rudimentaria. Sin embargo, desde hace ya varios años, se hace uso de la tecnología, ya no es un humano el que determina si un atleta tiene o no una clasificación. Volvemos a lo mismo, son especialistas avalados por el IPC los encargados de la evaluación, que se realiza cada año, cada dos años y previo a Juegos Paralímpicos, en donde no existe posibilidad alguna de que no se realice esta evaluación, pues para dejarlo claro, quien no sea evaluado, no participa y punto”.

“En el caso de Eduardo Ávila del 2012 a la fecha, ha tenido entre 6 y 8 revisiones a nivel internacional más las que se le han realizado a nivel nacional”, comentó Pérez.

Mario Samuel Pérez Portillo habló sobre cómo ha visualizado el desarrollo deportivo del judoca Eduardo Ávila: “Eduardo está dentro de los mejores deportistas que tiene México dentro del deporte paralímpico. La constancia que ha tenido en los resultados en Juegos Paralímpicos es excepcional, son pocos los deportistas que tienen el nivel para en dos, tres o cuatro ediciones estar en el podio y él se ha mantenido dentro de los mejores del mundo, es un atleta con mucha disciplina, recordemos que esta disciplina en la que compite requiere mantener un peso, a diferencia de otras, aquí el peso es fundamental. Él ha sido un deportista muy serio, respetuoso, siempre enfocado en su disciplina, me duele mucho saber que exista gente que lo esté difamando porque lastiman la imagen de un deportista de la calidad de Eduardo y al mismo tiempo afectan al movimiento paralímpico”.

“Son declaraciones sin fundamento y declaraciones de una persona que no tiene ni la preparación para comentar sobre este tema, no tiene la solvencia técnica para hacer este tipo de declaraciones y afirmaciones, no es una clasificadora”, complementó.

El entrenador de judo, Hilario Ávila Mejía suma ya 43 años dentro del judo, además de ser padre del medallista paralímpico Eduardo Ávila. 

Hilario recuerda cómo fue el ingreso de Eduardo al judo adaptado, ya que hasta antes de conocerse la verdadera discapacidad del joven atleta, su preparación era en el deporte convencional.

“Han comentado que yo fui el que introdujo a Eduardo al judo adaptado, eso es mentira, su amiga Lenia Ruvalcaba fue la que le hace la invitación, luego de que no damos cuenta que tenía una discapacidad visual, esto fue en el 2007 y luego en el 2008, ellos dos iban a ir a competencia, se quedan sin entrenador y Lenia me propone como entrenador; es precisamente, el entonces presidente de la Federación Mexicana de Ciegos, quien da el visto bueno para que yo fuera el entrenador”.

Liliana Suárez Carreón, presidenta del Comité Paralímpico Mexicano (COPAME) dejó claro cómo es el proceso de clasificación de los atletas en el deporte adaptado: “Primero que nada, el Comité Paralímpico está conformado por Federaciones y para que los atletas puedan llegar a selección nacional es todo un proceso que inicia desde la Federación. Tienen que cumplir ciertos requisitos, entre ellos es estar rankeados dentro de su deporte, tener una clasificación deportiva internacional y ya teniendo eso, es como ellos forman parte de las selecciones nacionales”.

“La clasificación internacional es un proceso que cada vez es más sofisticado, cada vez es más minucioso; no lo hacen aquí en México, se realiza a nivel internacional sobre todo en el caso de Eduardo que es medallista paralímpico, él ha tenido varias clasificaciones para poder representarnos en instancias como Juegos Paralímpicos y no existe posibilidad alguna de que haya librado alguna de estos exámenes o que no se le hayan practicado; es imposible”, aseveró.

“Yo lo conocí (a Eduardo Ávila) cuando participó en Londres 2012, posteriormente en el 2016 yo ya estaba a cargo del Comité Paralímpico Mexicano y lo único que siempre he visto de Eduardo es disciplina, entrega total a su trabajo, a sus entrenamientos; es de los atletas más constantes que tenemos. El ciclo olímpico ya comenzó, creo que él tiene grandes posibilidades de continuar y poder formar parte de la selección nacional”, opinó.

Y envió una invitación al público en general para conocer más sobre los procesos de nuestros orgullos nacionales: “Yo los invito a que conozcan, a que se empapen un poquito más de cómo están los procesos hoy en día, de cómo se llevan a cabo los criterios para poder tener a los mejores atletas participando en estas justas deportivas para que nos representen en Juegos Paralímpicos y Juegos Parapanamericanos y hoy en día se forman comisiones técnicas por disciplina de las cuales emanan criterios de selección muy estrictos, muy apegados a resultados, entonces ya no es un trabajo sencillo, un trabajo que lleva todo un proceso y obviamente coordinada con el área metodológica y multidisciplinaria que rige a los atletas y a los entrenadores”.

Sobre este tema, la Maestra Patricia Elizabeth Muñiz Domínguez, abogada especialista en Derecho Deportivo, directora de Muñiz y Asociados, habló sobre los mecanismos jurídicos que respaldan a los atletas en caso de difamación en medios de comunicación.

“Efectivamente sí existen mecanismos que protegen a los atletas en nuestro país respecto a declaraciones y ataques sin fundamento y sobre todo en medios de comunicación. Por un lado, está la normativa dentro del deporte, en su momento el código de conducta del Sistema Nacional de Cultura Física y Deporte de nuestro país, se señala que el emitir declaraciones falsas o atentatorias sin ningún fundamento en contra de deportistas, entrenadores o dirigentes, es considerada una conducta anti deportiva, lo cual se puede hacer valer ante los miembros del SINADE como pueden ser las federaciones, el Comité Paralímpico Mexicano, etcétera. Eso en el área deportiva fuera de, hay instancias por supuesto, se le llama justicia ordinaria, en la parte civil, incluso penal que se pueden ver esas situaciones de acuerdo a la gravedad de las circunstancias”.

Y agregó: “Se pueden hacer valer ambas instancias, siempre y cuando se compruebe que no hay ningún fundamento para esas declaraciones falsas o atentatorias en contra de alguna persona dentro del deporte”.

“En cuanto a las recomendaciones, tener mucho cuidado con este tipo de situaciones y no dejarla pasar, es importante que sepan que hay instancias dentro y fuera del deporte que se pueden hacer valer para cuidar la imagen de los atletas que tanto les ha costado a través de los entrenamientos, de todo el esfuerzo que han hecho para obtener los resultados para darnos orgullo como nación”, finalizó.

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